Nada que te haga sentir más vivo para comenzar un Lunes como el fracturarse un tobillo al ser atropellado por una bicicleta nada más salir del portal de tu casa cuando te diriges a trabajar. ¡Benditos lunes!
Así comenzó mi mes de Enero después de las vacaciones de comienzo de año en Japón, también conocidas como Oshōgatsu (お正月).
Lo peor del accidente fue que, en el momento de ser arrollado, llevaba en brazos a mi nene de 2 años y medio. ¡El susto que me llevé fue mayúsculo!
Os pongo en situación: la bicicleta venía a una velocidad algo alta y circulaba por la parte de la acera que da a la salida del portal de mi casa. Y yo, que salía de allí con mi hijo en brazos, nada más dar el primer par de pasos, ¡zas! la bicicleta – supongo que sin poder de reacción del ciclista – golpeó con fuerza mi pierna derecha, bloqueado as su vez con la rueda delantera mi pie derecho contra el suelo. A consecuencia de la velocidad del impacto caí hacia mi lado izquierdo de manera lateral, con tan mala suerte de que, al tener el pie bloqueado, debió hacer crack mi tobillo derecho. Aún con el movimiento limitado al caer, mi sentido de protección hizo que no soltase al pequeño hasta casi el último momento de la caída. Es por ello que creo que el golpe que pudo darse mi pequeño fue mínimo y no tuvo ninguna consecuencia más allá de los lloros del momento. Bueno, sin contar el gran susto que nos llevamos.
Recuerdo perfectamente mi extenso cabreo con el ciclista – mientras le increpaba con intentos de pronunciar frases con sentido en japonés –, la imagen de mi hijo en el suelo llorando, el dolor intenso en el tobillo y la impotencia de saber que algún día algo como esto iba a ocurrir y no poderlo haber evitado.
Además del dolor al pisar con el pié la columna la zona de la espalda, en la parte baja de la columna vertebral me dolía bastante. Es que como la rueda me bloqueó el pie, mi cuerpo al recibir el golpe hizo un giro muy brusco de derecha a izquierda, que incluyendo la caída de lado con el pie derecho bloqueado, haría que algo ocurriese en mi espalda.
Y es que, muchos de los extranjeros residentes en Japón que me lean, sabrán por experiencia propia lo temerarios que son, en general, los japoneses conduciendo bicicletas. Algunos piensan que son ellos los que tienen prioridad en las aceras y hacen sonar sus timbres para que te apartes, o simplemente te miran mal si dificultas su avance; otros tantos, simplemente ignorar el riesgo y, en vez de esperar a que el camino se despeje, establecen complicadas maniobras de adelantamiento poniendo en peligro no solo a los peatones, si no a los que montan en la propia bicicleta. Porque también he visto a muchas madres acelerando antes de que un semáforo cambie de color, con el agravante de llevar a un hijo en la cesta delantera de la bici y otro en el asiento trasero, pasando el cruce a alta velocidad y sin pensar ni en la integridad de sus hijos ni en la de los que están en la otra parte de la acera. Y no hablemos ya de aquellos que utilizan las bicicletas asistidas (con batería).
Yo ya les he «cogido tirria» a las bicicletas, y eso que siempre me gustó montar en ellas, así como de siempre fui un asiduo seguidor de las citas televisivas de las grandes vueltas ciclistas.
Estadísticas de accidentes en Japón.
Poco después del accidente me preguntaba a mi mismo cuál sería el número de accidentes provocados anualmente por las bicicletas, y me figuraba que sería alto. Pues bien, las estadísticas acabarían también dándome la razón.
Existen unos informes anuales llamados «Accidentes de tráfico de bicicletas en áreas de concentraciones de accidentes» (en japonés 自転車交通事故多発地域). Hablaré concretamente de la provincia de Kanagawa, que es donde resido.
A continuación añado una captura de pantalla con los números de los distritos más afectados por los accidentes en los que se vieron envueltos bicicletas (jitensha jiko 自転車事故).
Las columnas resaltabas en verde son:
- Número de casos ocurridos durante el año: (hassei kensuu 発生件数)
- Aumento / Disminución de casos (zougensuu 増減数)
Después de la columna en amarillo que hay en la mitad de la tabla hay otro par de columnas que significan:
- Número de casos ocurridos durante el año: (shishasuu 死者数)
- Aumento / Disminución de casos (zougensuu 増減数)
Para más información decir que, el número de muertes totales de todos los accidentes de tráfico (de cualquier vehículo) corresponde a la segunda columna de la tabla (全事故.死者数).
- Los datos de la tabla de arriba pertenecen al año 2017 (平成29年度中), pero podéis encontrar datos más actualizados aquí (buscad por el texto 自転車交通事故多発地域の指定 y encontraréis un PDF con los del último año).
En algo más del 23% de los accidentes de tráfico ocurridos en la provincia de Kanagawa en el año 2017 estuvieron involucradas bicicletas (aunque en el informe no se precisa si fueron víctimas o causantes del accidente) aumentando en un 10% respecto al año previo. Es más, 1 de cada 5 heridos y 1 de cada 7 muertos fueron causados en este tipo de accidentes (con bicicleta involucrada).
Totales: producidos por cualquier vehículo | Accidentes con bicicleta involucrada (aumento en año) |
Porcentaje de accidentes con bicicleta involucrada | |
---|---|---|---|
Accidentes tráfico | 27.880 | 6.531 (+ 658) | 23.43% |
Víctimas mortales | 141 | 21 (+ 5) | 14.89% |
Heridos | 32.493 | 6.405 (+ 621) | 19.71% |
Es más, en Japón hay ciertas comisarías dentro de cada distrito que exponen unos paneles visibles para el público, en los cuales se exhiben el número de accidentes ocurridos en el distrito (kensuu 件数), así como el número de heridos (shibou 死亡) y el de muertes (keshou 負傷) ocurridos en éstos (la primera columna suele pertenecer al distrito o barrio y la segunda a la provincia).
Estas dos siguientes son de los distritos de Tama-ku (ciudad de Kawasaki) y la ciudad de Sagamihara. (los dos pertenecen a la prefectura de Kanagawa).
Si estáis interesados en estas estadísticas, podéis ver toda la serie mensual desde el año 2006 (平成18) hasta el año actual en formato Excel y PDF. Son datos oficiales de la policía de la prefectura de Kanagawa y se van actualizando cada mes. Haz click en el siguiente enlace.
¿Qué hacer cuándo tienes un accidente?
Pues primeramente te recomiendo que, dentro de tus posibilidades, te calmes – cosa complicada en estos casos – e intentes hablar con la persona que produjo el accidente. Seguidamente llama a la policía para que vengan y puedas informar y reportar el suceso.
Nada más ocurrir mi accidentes, hablé con el ciclista y le dije que iba a llamar a la policía. El chaval – que luego resultó ser estudiante de segundo año de instituto, con 18 años – , se ofreció de manera voluntaria a llamarles, y unos cinco o diez minutos más tarde ya había un coche patrulla en la zona.
Una vez que lleguen los agentes preguntaran tanto al a ambas partes sobre su versión de los hechos. Tendrás que dar tus datos personales e identificarte – vía pasaporte o tarjeta de residencia (Zairyu Card; 在留カード). Después comentarás lo ocurrido y el agente lo apuntará en un formulario de accidentes de tráfico (koutsuu jiko memo 交通事故メモ).
También es posible que realicen una reconstrucción del accidente después de haber oído las dos versiones de los hechos.
Por ejemplo, en la acera donde ocurrió mi accidente pintaron con tiza 4 zonas diferentes señalizando los diferentes momentos del suceso. Hicieron un círculo con el (1) donde el estudiante comenzó a pedalear, un (2) donde se dio cuenta que me había viandantes enfrente de el, (3) donde ocurrió el atropello y una (X) que es donde supuestamente caí yo y mi nene.
A la izquierda de la foto está el carrito de mi pequeño, y es justo donde está la salida de mi edificio. Como veréis, si no andamos con cuidado al salir al exterior es probable que si una bicicleta viene pegada a la zona izquierda de la calzada nos arrolle y llevé por delante, como lamentablemente ocurrió en este caso.
Es más, mientras estaba tomando las fotos de la pequeña investigación al estilo CSI de la policía, fijaos como venía una bicicleta de frente por la acera y lo que es más grave, pegada a la zona de salida de edificios en vez de a la carretera… Y luego se preguntarán que porqué ocurren accidentes, en fin…
Siguiendo con el tema del suceso, la policía también te hablará de la posibilidad que tienes de demandar a la persona que provocó el accidente. Si optas por esta vía, tendrás que pedir el certificado médico (shindansho, 診断書) en el médico / hospital al que te dirijas.
Aquí debajo podréis encontrar el texto en japonés que escribió el traumatólogo describiendo mi caso, y que estima un tratamiento de 2 meses aproximadamente más rehabilitación .
Este documento cuesta algo de dinero – en mi caso poco más de 1.500 yenes – y deberás pedírselo al doctor que te atienda. Una vez lo tengas, lo podrás entregar en la unidad de investigaciones de accidentes (koutsuu sousa kei 交通捜査系) que pertenezca a tu distrito (aunque esto solamente es necesario en caso de querer interponer una denuncia).
En Japón, los accidentes provocados por bicicleta se consideran también como accidentes de tráfico, por lo que si lo mencionas en el hospital te dirán que el Seguro de Salud del trabajo no cubre estos percances y te avisarán de antemano que deberás correr con todos los gastos de la visita, para que luego no te lleves el susto a la hora de pagar.
Una vez finalizados los tramites en el hospital y con la mente algo más fría seguramente, se te presentarán dos opciones para recuperar ese dinero que te tocó poner de tu bolsillo.
La primera sería hacer uso del Seguro de Accidentes del Trabajador, en japonés Rousai Hoken (労災保険), que cubre los accidentes acontecidos en tu lugar de trabajo, incluyendo además los trayectos de ida y vuelta. Este seguro no forma parte del Seguro Nacional de Salud y cubre el 100% de los gastos médicos incurridos.
La segunda opción es llamar al seguro de bicicletas del victimario y aportar la documentación necesaria que cubra los gastos que hayas tenido desde que ocurrió el accidente hasta que estés totalmente recuperado. Para ello habrás de ponerte en contacto con la persona que causó el percance – normalmente se intercambian los datos cuando se reporta el accidente a la policía -, que debe llamar a su compañía de seguros, que a su vez se te contactarán para enviarte la documentación necesaria para iniciar los trámites una vez termines la recuperación.
Esta última es la opción que yo elegí, pero aún no he comenzado el proceso. En principio, además de hacerse cargo del 100% de los gastos médicos como el Rousai Hoken (労災保険) , debería de cubrir también otro tipo de gastos extra, como taxis para ir al hospital o algo de dinero por las molestias ocasionadas por la lesión. (isharyou 慰謝料 en japonés y consolation money en inglés).
Gastos médicos.
Para que os hagáis una idea de lo que puede llegar a costaros la bromita, el primer día de hospital, que básicamente fueron consulta de traumatólogo, radiografías y resonancia magnética, los gastos ascendían ya más de 50.000 yenes. Gastos que tendréis que pagar de vuestro bolsillo desde el primer momento. (Luego tendréis que pasarlos a alguno de los seguros que os comentaba en el apartado anterior.)
Para vuestra referencia, incluiré a continuación los costes que fui acumulando desde el primer día hasta el día de mi recuperación.
- Tarifa de paciente que viene de fuera de la clínica (gairai shinryou 外来診療料): 730 yenes
- Consulta con traumatólogo: 3.080 yenes
- Consulta con traumatólogo: 5.730 yenes
- Consulta: 2.160 yenes
- Tasa de primera visita a la especialidad (shoshinryou 初診料): 3.570 yenes
- 4 Radiografías de articulación de pie derecho (migi ashi kansetsu 右足関節): 3.350 yenes
- 2 Radiografías de columna vertebral (youtsui 腰椎): 2.870 yenes
- CT Scan: 15.500 yenes
- 1 Resonancia magnética (CT Scan, CT satsuei 撮影): 11.200 yenes
- Diagnóstico computerizado de dislocación (dansou shindan 断層診断): 6.300 yenes
- Férula (gipusu shiine ギプスシーネ): 12.000 yenes
- Vendajes y otros: 740 yenes
- 2 Copias de certificado médico (shindansho, 診断書): 3.080 yenes
- 1 Consulta de rehabilitación (para aprender a usar muletas):
- (運動器リハビリテーション料 undouki rihabiriteeshon ryou): 1.850 yenes
- Alquiler de muletas: 6.500 yenes (reembolsables al devolverlas)
- Medicamentos (básicamente antiinflamatorios): 2.570 yenes
Después de este día, el traumatólogo me citó varias veces para hacer un seguimiento de la lesión:
- Primera cita de seguimiento (10 días después del accidente)
- Consulta de traumatólogo + 2 Radiografías del pie: 3.200 yenes
- Segunda cita de seguimiento (3 ½ semanas desde el accidente)
- Consulta de traumatólogo + 2 Radiografías del pie: 3.200 yenes
- Tercera cita de seguimiento (5 ½ semanas desde el accidente)
- Consulta de traumatólogo + 2 Radiografías del pie: 3.200 yenes
- 1 Sesión de Rehabilitación: 1.990 yenes
- Comentario: En esta cita decidieron quitarme la férula y comencé a andar con muletas con apoyo de 1/3 del peso.
- Cuarta cita (7 semanas desde el accidente)
- Consulta de traumatólogo + 4 Radiografías del pie: 6.850 yenes
- Medicamentos (parches antiinflamatorios): 1.770 yenes
- Comentario: como tenía el pie muy hinchado y con dolor intenso, me acerqué a un segundo traumatólogo a que valorase mi caso. Estimaron que todo estaba dentro de lo normal.
- Quinta y última cita (9 ½ semanas desde el accidente)
- Consulta de traumatólogo + 2 Radiografías del pie: 3.200 yenes
- 1 Sesión de Rehabilitación: 1.990 yenes
- Comentario: cita final donde me dieron el alta «simbólica» (dado que no estaba dado de baja en el trabajo)
El total ascendió 82.620 yenes, 77.390 yenes pertenecientes a consultas y medicamentos y 5.230 yenes que me dejé en facturas de taxi.
- Adicionalmente, la empresa de seguros del ciclista que me atropelló me pidió un certificado médico extra (shindansho, 診断書) personalizado – diferente de los que me facilitó el doctor cuando me ocurrió el accidente – que me costó 4.620 yenes. (con ello la cuenta final ascendió a 87.240 yenes).
Tratamiento médico.
También me gustaría muy brevemente incidir en el tema del tratamiento de una lesión como es la fractura de un hueso del pie con inmovilización.
El caso es que cuando me ocurrió la fisura del quinto metatarsiano en España, me pusieron una escayola y estuve con ella durante los dos primeros meses. Durante este periodo me recomendaron reposo en casa con el pie en alto y me recetaron una inyección diaria de heparina para evitar los coágulos de sangre (más concretamente la trombosis venosa profunda o TVP, por sus siglas).
En Japón, sin embargo, no solamente no me lo recetaron, si no que ante mi insistencia me aconsejaron el no usarla, ya que si bien tiene sus ventajas, también sus inconvenientes, como el que al actuar de anticoagulante, cualquier hemorragia simple – tanto interna como externa – podría tener complicaciones. Y después de hablar con varios traumatólogos japoneses y una traumatóloga española que está haciendo unas prácticas en Japón, aquí no se recetan en estos casos.
Como andaba algo alarmado después de leer ciertos casos graves de TVP, decidí al menos tomar una pastilla a diario de 100 mg. de ácido acetilsalicilico – lo que muchos conoceréis por el pseudónimo de aspirina –, que también es un anticoagulante, aunque muy básico. Previamente pregunté a mi traumatólogo que me dijo que podía tomarlo sin problema.
Bueno, volviendo al tema de la lesión, deciros que comencé la rehabilitación en la quinta semana y media, después de que se viera en la radiografía que la fractura estaba consolidando bien.
Me comentaron que en la primera semana debería apoyar solo 1 / 3 del peso del pie, la segunda semana 1 / 2 y a partir de la tercera ya con el 100% del peso. Para ello tendría tres sesiones de rehabilitación, una para cada paso de los que he comentado en la frase anterior.
Hasta ahora la primera consulta de rehabilitación fue muy básica. Hice unos ejercicios de estiramiento de los dedos del pié extendiéndolos hacia delante y detrás durante 5 minutos (ashiyubi no kukkyoku 足指の屈曲), estiramiento del pie entero hacia delante y atrás durante otros 5 minutos (ashiyubi no shinten 足指の伸展) y después movimientos circulares del pie en las dos direcciones de las agujas del reloj.
Posteriormente me pusieron una toalla pequeña en el suelo con una pesa de 1 kilogramo sujetándola al final de la misma y me dijeron que tratase de atraer la pesa hacia los pies arrugando la toalla con los dedos de los pies, estando los pies inmóviles (taoru gyazaaタオルギャザー).
Por último estuve en unas barras paralelas calculando cómo poner 1 / 3 del peso normal que aguante el pie y me enseñaron cómo andar con las muletas soportando sobre el pie lesionado ese tercio del peso; así como subir y bajar las escaleras.
Llevo solo un par de días sin la férula, pero donde estoy notando más dificultad y dolor ahora es cuando intento flexionar la rodilla emulando el sentarme en una silla sin despegar el talón del pie lesionado. Para evitar el dolor pareciese que el cuerpo le diese la orden al cerebro de levantar el talón, lo cuál facilita la flexión de la rodilla sin dolor, pero no es el movimiento natural de cualquier humano al sentarse. (deciros que este no es un ejercicio que me dijesen que hiciera, simplemente os cuento mi experiencia)
Bajas por accidente de trabajo en Japón.
Otro tema por el que seguro que os preguntaréis es cómo funcionan las bajas de trabajo por accidente.
Por suerte o por desgracia ya tengo experiencia en este tipo de asuntos – en España –, ya que sufrí una fisura con desplazamiento en el quinto metatarsiano del pie derecho poco antes de mi primer intento de viaje a Japón, el cuál os podéis imaginar que fue fallido. Por aquellos entonces, me encontraba viviendo en Madrid, con trabajo fijo. Estuve de baja laboral pagada al 100% entre 4 y 5 meses, ya que la fractura no termino de consolidar bien y, siendo sincero, la mutua del seguro del trabajo y la Seguridad Social no se pusieron de acuerdo para darme de alta antes (es más, fui yo el que fui a pedir el alta por aburrimiento).
En el caso de Japón, yo siempre tuve el pensamiento de que la baja laboral pagada como tal no existía, al menos dentro de ciertos sectores, como el trabajo en oficinas. Trabajo en una empresa de e-commerce, en la división tecnológica de la misma, por lo que mis tareas son prácticamente estar delante de un ordenador programando u organizar reuniones para repartir el trabajo en mi grupo. Ya me ha pasado ver a un par de compañeros de otros departamentos que han venido a trabajar con el brazo escayolado durante varias semanas; incluso he visto a alguno con muletas de vez en cuando.
Sin embargo, parece que la ley en Japón ampara a aquellos que hayan sufrido accidentes de trabajo o durante el tránsito de ida / vuelta a la empresa.
Por ejemplo, en el apartado «Chapter VIII Accident Compensation» (第八章 災害補償) de la ley japonesa (Labor Standards Act) – traducida al ingles –, artículos 75 y 76, está escrito, entre otras cosas, que en el caso en el que un trabajador no reciba el salario porque no puede realizar su trabajo, el empleador deberá pagar la compensación por la ausencia al trabajo con un porcentaje del 60% del salario medio del trabajador.
En este enlace encontraréis la fuente y a continuación reproduzco la traducción de los artículos originales en inglés:
Article 75
(1) In the event that a Worker suffers an injury or illness in the course of employment, the Employer shall furnish necessary medical treatment at its expense, or shall bear the expense for necessary medical treatment.
Article 76
(1) In the event that a Worker does not receive Wages because the Worker is unable to work by reason of medical treatment under theprovisions of the preceding Article, the Employer shall pay compensation for said absence from work at the rate of 60 percent of the Worker’s average Wage.
En mi empresa también disponemos de un seguro de salud, llamado Rakuten Kenpo. Y entre las coberturas del mismo hay una que exhibe:
- «If you become sick or are injured due to the actions of another party», -> «si te enfermas o estás herido a causa de las acciones de otra persona».
Pues bien, en uno de sus subapartados se ratifica que, si te enfermas o estás herido a causa de otra persona en el lugar de trabajo o mientras vas / vuelves al / del trabajo, el Seguro de Compensación de Accidentes del Trabajador se debe usar en vez del Seguro de Salud.
If the cause is a workplace accident
If you become sick or are injured due to the actions of another party in the workplace or while commuting, Worker’s Accident Compensation Insurance applies instead of health insurance. Check with the person responsible at your establishment for more information.
Es más, entre la documentación disponible del departamento de Recursos Humanos (a partir de ahora RR.HH.) se puede leer que si ocurre un accidente has de contactar con ellos para que se haga una valoración del caso y, en caso de que no proceda el ir a trabajar, se puede tramitar la baja por accidente laboral.
Mi experiencia personal de trabajo tras el accidente.
En el día del accidente, lo primero que hice fue ponerme en contacto con mi manager, y viendo que seguramente no pudiera acudir a trabajar, así se lo hice saber. Por suerte tengo un jefe que, pese a ser japonés, suele ser bastante flexible con los imprevistos y hace uso del sentido común para resolver los problemas.
A partir de este primer día, lo más normal hubiera sido seguir el protocolo y contactar con el departamento de RR.HH. para que me ayudasen a gestionar el caso, lo valorasen y me dijeran si tengo que ir o no a trabajar. Pero para bien o para mal, la mayoría de las decisiones que toman los managers en mi empresa tienen más poder que las pautas que recibimos de RR.HH., por lo que seguí la conversación con éste, negociando la posibilidad de trabajar desde casa.
Y es que pese a lo moderna que pueda parecer Rakuten, todavía «estamos en la prehistoria» en temas de trabajo en remoto, y solo bajo condiciones muy estrictas se permite el «Work from Home», a saber:
- Cuando tu hijo se encuentra con fiebre y no puedes dejarlo en la guardería.
- Cuando tienes una enfermedad contagiosa que te «permite trabajar», como la conjuntivitis (es el único ejemplo que nos han dado). En este caso de uso no entran las gripes, ya que en estos casos has de guardar reposo y utilizar tus días de vacaciones pagados.
- Cuando has de cuidar a un familiar con una enfermedad a largo plazo (sólo dos días a la semana durante un año como máximo, hasta que consigas resolver el problema del familiar…)
Por lo tanto, mi caso no cumplía con ninguno de los criterios permitidos hasta el momento para hacer uso del tele-trabajo. Y aunque lo estuviera, otra de las reglas es que NO se puede hacer uso de estos supuestos por más de 5 días seguidos.
Como veis, las cosas no se presentaban muy halagüeñas de seguir por este camino, pero después de conversar con mi manager – con mucho sentido común, todo hay que decirlo – decidió que, bajo su propia responsabilidad, podía trabajar perfectamente desde casa durante unas pocas semanas – sin fijar tiempos concretos –. (NOTA: posteriormente me dijo que contactó con el RR.HH. y que determinaron tratar el caso como excepcional a las reglas)
Y así lo hice. El día tras mi accidente fui a la empresa a recoger mi portátil, apuntes y otras cosas de utilidad y hablé con mi equipo para comunicar que desde ese momento trabajaría desde casa por una temporada. Hoy día es muy sencillo conectarse a una VPN y poder hacer reuniones usando herramientas software (nosotros usamos Zoom, Microsoft Teams, Viber, etc) y poder programar tampoco es problema teniendo acceso a los repositorios necesarios.
Mi experiencia hasta el momento ha sido muy buena, y hasta trabajo algo más de tiempo que cuando voy a currar a la empresa. Ojalá pueda normalizarse en el futuro y más gente pueda beneficiarse de estas medidas.
Reflexiones.
Como veis, los accidentes provocados por bicicleta en Japón están al orden del día, y cualquiera que haya vivido por un tiempo en Japón dará fe que hay la bicicletas es un medio muy popular de transporte, pero también que hay mucho temerario montándolas.
Aunque lo mejor es tomar las medidas necesarias para no verse envuelto en este tipo de accidentes, una vez allí trata de seguir el procedimiento de calmarte, retener al victimario en la medida de lo posible, pidiéndole sus datos de contacto y llama a la policía para reportar el caso.
Si además resultaste herido podrás llamar a una ambulancia para que te lleven a un hospital cercano o tomar un taxi. Ten en cuenta que deberás hacerte caso de los gastos. Si estás trabajando te recomiendo que hables con tu departamento de RR.HH. para que te asesoren – yo no lo hice así – y seguramente te hablarán sobre el Rousai Hoken (労災保険).
También me gustaría añadir que el estudiante que provocó el accidente colaboró en todo momento tanto conmigo como con la policía. Como intercambiamos los datos, su madre me llamó interesándose por mi estado y el de mi hijo varias veces. Es más, me pidió si sería posible visitar mi casa para presentar sus disculpas, lo cuál rechacé por parecerme demasiado.
Decidí no denunciarle porque en todo momento trató de ayudar y se le veía bastante preocupado por lo ocurrido. No se la de veces que me hizo reverencias y me pidió perdón. No se le veía mala fé. También porque no le pasó nada al mi hijo, porque de lo contrario quizás hubiera decidido de manera distinta.
Otra cosa que también me ayudó a tomar la decisión fue el recordar que una vez perdí un vuelo a Japón con Lufthansa por llevar el pasaporte caducado. Había comprado ida y vuelta por 600 euros, con la tarifa más económica y sin posibilidad de cambio, cancelación, ni nada. Aunque conseguí hacerme un pasaporte de emergencia en el mismo aeropuerto en el mismo día ya no pude tomar el vuelo. Fui a las taquillas de Lufthansa y después de decirme que mi única opción era comprar otro vuelo de ida y vuelta, la azafata fue super amable y me dijo esta vez «se saltaba las reglas», permitiéndome permitió cambiar el vuelo de ida por solamente 100 euros al día siguiente.
De hecho me dijo, te cambio tu vuelo y sales mañana por la mañana, pero con la condición de que te tomes un café conmigo y con mi marido en el aeropuerto. Al día siguiente así lo hice, agradeciéndoles lo que hicieron por mí. Les pregunté que porqué lo hicieron y la mujer me dijo que en este mundo tenemos que tratar de ayudarnos los unos a los otros en la medida de lo posible, y eso fue lo que ella hizo por mí. Me dijo también que si me encontrase en una situación parecida tratase también de ayudar.
Aprovechando una de las llamadas que recibí por parte del estudiante y su madre para pedirme perdón e interesarse por mi estado y el de Kento, le dije a éste lo siguiente: <<no necesito más disculpas, tu vete y dile a todos tus amigos del instituto lo que has hecho, y lo que no deben hacer para que algo así ocurra de nuevo. Diles que vayan más despacio por las aceras y que tengan cuidado de la gente que va por ellas>>. Y me dijo que así lo haría.
Esta era una oportunidad muy clara de ayudar a una persona como me ayudaron a mi en su día
Y volviendo al tema, como decidí no presentar denuncia en la policía, debieron llamar a su familia para informarles de ello y me enviaron una carta muy educada agradeciendo mi decisión y, de nuevo, pidiendo perdón por el suceso acontecido deseándome una pronta recuperación. Es más, nos enviaron un par de regalos en forma de zumos / gelatinas de fruta y unos tickets regalo por valor de 5.000 yenes para que compráramos algo a nuestro hijo.
Y aquí termina – hasta el momento – mi experiencia con los accidentes de bicicleta en Japón.
¿Alguno de vosotros ha tenido una experiencia similar en Japón que nos pudiera contar en forma de comentario? Me encantaría conocer vuestras historias y enriquecer así este blog con más datos que puedan ayudar a los lectores.
¡Animaros a escribir comentarios!
Categorías:Accidentes, Hospital
Hola Ivan!
Gracias por el post detallado. Siento mucho lo ocurrido. Y deseo que te hayas recuperado completamente.
Es cierto que el uso de las bicicletas en las ciudades de Japon es caotico y hay que tener cuidado. Ignoro si tus lectores conocen detalles complementarios, pero como residente en Japon y asiduo de la bicicleta, me gustaria hacer un par de precisiones.
1. La ley especifica que las bicicletas deben circular por la calzada (aunque es cierto que casi nadie la respeta y hasta los policias circulan por la acera).
2. No he verificado los detalles de las estadisticas de accidentes que publicas, pero es muy probable que gran parte de los accidentes (y a buen seguro las muertes) sean ocasionados A las bicicletas y no POR ellas. Es decir, ciclistas accidentados (bien sea por negligencia propia o por la de trafico rodado u otras). Es logico tu enfado, pero de tus palabras se desprende que las bicicletas ocasionan los accidentes/las muertes. En algunos casos, como lamentablemente experimentaste, es asi, pero no siempre. Ciclistas arrollados por coches son noticia de vez en cuando. Las tablas Excel en japones hablan de accidentes en los que estuvieron involucradas bicicletas (sin precisar si fueron victimas o causantes del accidente).
Atentamente
Albert
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Hola Albert,
Primero de todo perdona la demora en contestarte, pues he estado de vacaciones y no he encontrado tiempo para ello. Agradezco muchísimo tu apreciación y comentario y estoy de acuerdo con el mismo. He procedido a editar los datos del artículo para evitar malentendidos, ya que, como bien apuntas, en el resumen de datos no indica específicamente que los accidentes hayan sido causados por negligencia de ciclistas, si no más bien que en éstos, hubo bicicletas involucradas.
Creo que hay otros informes en los que indica si hubo negligencia o no de las partes involucradas (conductor de automóvil, ciclista o viandante), como el informe «Kanagawa no Koutsuu Jiko» («かながわの交通事故»), esto es «Los accidentes automovilísticos de Kanagawa», que se publica también de manera anual y en el que dan las razones de los accidentes y aportan muchos datos de los que sacar conclusiones detalladas, pero su análisis llevaría bastante más tiempo. Si algun lector está interesado en ello, la Policía de Kanagawa lo publica de manera anual aquí.
De nuevo, muchas gracias por tu aporte y espero que mis palabras sean más acorde a la realidad después de corregir mis errores, aunque mi opinión esté aún sesgada por cómo sigo viendo a diario el incumplimiento de las reglas de los ciclistas por muchos japoneses (no solo es culpa de ellos, que también, si no de la falta de medios / ganas de la policía por hacer que su propia ley se cumpla).
Saludos cordiales.
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Yo también vivo en Kawasaki desde hace bastantes años y es un estrés continuo tener que preocuparse de que las bicicletas no te arrollen. Cuando ando intento no cambiar la dirección de repente ya que a veces pasan a toda velocidad desde tu espalda y a unos centímetros de distancia.
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Hola Daniel,
Como ya te mostré en otro de tus comentarios, perdona por el retraso tan grande en contestar el comentario, que estoy bastante desconectado del «blogging» últimamente ( >< ).
Lo de las bicicletas es algo estresante, la verdad, aunque a todo se acostumbra uno. Al menos hasta que te vuelve a pasar una bicicleta a nivel de crucero rozándote y te dan ganas de lanzar un improperio en castellano, jajaja.
Saludos.
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